Diciembre es tiempo de conciertos de Navidad y, por tercera vez, el carisma de la ADDA Simfònica Alicante, bajo la dirección de Josep Vicent, llenó de celebración el Palau de la Música Catalana.
Desde el primer momento, con la Suite del ballet El lago de los cisnes de Piotr Ilich Tchaikovsky , el ambiente en la sala se volvió emotivo y festivo. Tan fue así, que Josep Vicent quiso ya regalar un bis antes de la pausa, repitiendo la Escena final de la misma pieza.


La ilusión continuó en la segunda parte con el éxito indiscutible de El Cascanueces, culminando con la sorpresa final de la Suite del ballet Spartacus de Aram Khachaturian. Un concierto que el mismo director quiso dedicar a Josep Roch, fundador de la Schubertiada que nos ha dejado recientemente, ofreciendo otro bis: la Danza húngara núm. 5 de Johannes Brahms.
Orquesta y director, unidos desde hace casi veinte años, demostraron una complicidad absoluta desde el primer compás, con una personalidad sonora que los consolida como una de las agrupaciones más destacadas del panorama musical español. Y volvieron a desmostrarlo con el regalo final, en el que Josep Vicent pidió la participación de todo el público. La Polca-Galop (Moscow-Cheryomushki, Op. 105) de Shostakóvich cerró una noche llena de aplausos y una gran ovación.
¡Muchas gracias a todos y que tengáis unas Felices Fiestas!